lunes, 23 de febrero de 2015

Tributerapia Cádiz 21/2/1015: The Troopers, Riff Raff y Steel Metal

El que estas líneas escribe se ha levantado hoy sin voz y con un dolor acojonante de cuello. Al contrario de lo que a alguno podría parecerle, estas son señales magníficas: el concierto de anoche fue la polla.
Tras algo de espera a la entrada de la Supersonic (en compañía de colegas, por supuesto), entramos en la susodicha. Tuvimos que esperar algo de tiempo, pero, finalmente, The Troopers se dispusieron a tocar. Con picos como los himnos The Trooper, The Number Of The Beast, Fear Of The Dark (con el infaltable coro del público) o Two Minutes To Midnight,supieron emular perfectamente a la Dama de Hierro original, con una tralla envidiable y una técnica impecable, culminando con un aclamado Phantom Of The Opera. A pesar de que al vocalista, Germán, no le fuera posible llegar a los puntos más altos de los agudos de Dickinson (¿quién puede?), se las apañó para mantener el tono.
Ninguna queja. Un vocalista que supo hacerlo magníficamente, unos guitarristas que cumplieron de sobras, con una técnica inmejorable, un bajista que poco tenía que envidiar a su homólogo Harris y un baterista que igualó sin problemas a McBrain, además de una setlist excelentemente escogida. Y, como extra, un señor disfrazado del Eddie del Piece Of Mind (trabajo favorito de los Maiden del que esto escribe). No sólo no decepcionaron, sino que sorprendieron muy agradablemente.

 The Troopers

Tras otro rato de espera mientras montaban todos los instrumentos para los Riff Raff, versionando teóricamente a AC/DC. El anterior grupo había dejado el listón realmente alto, tenía mucha curiosidad por ver cómo se las apañaban para superarlo.
Lo primero que saltó a la vista, como suele ocurrir, fue el vocalista, pero para mal, en este caso. El resto de la banda cumplió con creces, cabe decir. Dieron la talla de sobra, y tengo que destacar al guitarrista caracterizado como Angus Young , el cual supo imitar perfectamente al susodicho en todos los sentidos: actitud, movimientos, técnica...
Pero como he dicho, el vocalista estropeó el buen trabajo de sus compañeros. Igual fue impresión mía, pero a un servidor le pareció que igual había bebido de más. Apenas podía cantar (y no hablemos de rasgar la voz), quedándose en ocasiones sin voz y emitiendo unos cantosos gallos con demasiada frecuencia, perdiendo por completo el espíritu del bueno de Bon Scott o de Brian Johnson, y no sólo eso: derramó el cubata por el escenario... porque sí, e incluso tiró por los suelos parte del equipo, como el pie del micrófono. Además de esto, el setlist de la banda remató el buen trabajo que podrían haber hecho, echando más de uno en falta clásicos como Thunderstruck, Back In Black o You Shook Me All Night Long (topicazos, lo sé, pero uno se los espera en un concierto tributo, ¿no?). Como he dicho, realmente eran buenos, pero el vocalista tiró por tierra lo que podría haber sido un concierto estupendo. Quién sabe, igual tenía un mal día.

Riff Raff

Tras un concierto que, para qué mentir, se me hizo largo (y no fui el único), los Riff Raff se retiraron, para dejar paso a los Steel Metal, que, tras un pequeño rato de preparación, se plantaron en el escenario. No sabía muy bien qué esperarme, la verdad, pero esperaba que arreglasen la noche. Y vaya si lo hicieron.
Empezaron bien, con un potentísimo Hit The Lights. Yo, por supuesto, empecé a entusiasmarme. Aparte de un José Pastrana que cumplió impecablemente con su labor de guitarra líder (mejor que, en ocasiones, el propio Hammett, me atrevería a decir) con riffs rápidos y solos sorprendentemente limpios, he de destacar también a Javier Capitán, cantante y guitarrista rítmico, cuya coordinación le permitió emular sin problemas a Hetfield, con una voz más bien parecida a la del Black Album. No hay que dejar de lado, sin embargo, a David Castellano (bajista) o a Javier Páez (baterista), el cual cumplió con su papel mejor que el propio Lars. Todo esto, sumado a un setlist inmejorable (Ride The Lightning, The Four Horsemen, Harvester Of Sorrow, la infaltable Master Of Puppets, Whiplash, donde un servidor no se resistió a entrar en el mosh, Enter Sandman, Fade To Black o Creeping Death). No solo arreglaron el bajón que había dado el anterior grupo, sino que dejaron el listón bien arriba de nuevo. Como fan acérrimo de Metallica, tengo que decir que llego a ser tía y les tiro las bragas, pero me conformé con cantarlas todas a pleno pulmón, corear, tararear los solos y hacerme trizas las cervicales. Y poco más que decir.

Steel Metal

Esténtor


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